...Bueno, quizá no como tu jefe, porque probablemente no pondrían buena música. Para eso estás tú al mando, ¿no? Y el jefe no tendría ni idea de cómo crear una buena lista de reproducción.
Pero un gran poder conlleva una gran responsabilidad, y no hay mayor responsabilidad en una fiesta que seleccionar la música. Tiene que estar en su punto en todo momento, de principio a fin.
¡Tienes el poder sobre la fiesta!
Todo va de maravilla. Sabes que eres la persona adecuada. Sabes qué canciones van a arrasar en la pista de baile al final de la noche. Pero entonces te sientas a elaborar la lista de reproducción y, de repente, ya no es tan sencillo como aquella vez que tu fiesta en casa arrasó.
Antes de pensar en una sola pista, tienes que pensar en tu público. Es la regla número uno del DJ. Llevar a la gente en un viaje musical está bien... si eres un DJ de renombre, para el resto de nosotros lo importante es quién nos escucha.
Tendrás que tenerlo todo en cuenta: si hay gente de todas las edades en tu evento, querrás poner música de las dos últimas décadas.
Asegúrate de que la música sea apropiada: si vas a crear una lista de reproducción para un evento corporativo y algunos de los invitados pueden inclinarse hacia el extremo conservador del espectro, asegúrate de que todas las letras sean aceptables.
A menos que se trate de una simple fiesta, el evento va a fluir y tienes que tenerlo en cuenta. Así que no empieces el evento imaginando que estás delante de una multitud, batiendo el puño al ritmo de los vítores... querrás empezar un poco más relajado que eso.
Los primeros compases son una buena oportunidad para incluir también música más antigua; puedes dejar los últimos éxitos para el final de la noche... Admitámoslo, de todos modos, los viejos no suelen ser los últimos en quedar en pie.
Sin duda, es importante mantenerlo refrigerado durante el servicio de comidas.
Ajusta el volumen en función de la velada y de lo que vaya sucediendo. Es una buena idea asegurarse de que puedes hacerlo antes de la fiesta. De hecho, siempre es inteligente comprobar que todo el equipo de audio funciona como esperas y probarlo de antemano.
Haz una lista de reproducción lo más ecléctica posible. A cada persona le gusta una música diferente. Todo el mundo tiene sus favoritas, por eso la música es algo tan universal.
Por último, ¡diviértete! Si la gente no se levanta a bailar cuando tú esperas, no te asustes. Sólo hacen falta una o dos personas para animar la pista de baile... y siempre acaba pasando.