Laura Howes creció a cientos de kilómetros del océano, pero desde muy joven sintió una profunda conexión con las ballenas. Fue a la universidad en Maine, donde estudió conservación de mamíferos marinos y trabajó como becaria en un observatorio de ballenas local.
Ha compartido su pasión por la conservación marina durante los últimos diez años como miembro de la tripulación de City Cruises Boston. Incluso fuera de su trabajo en City Cruises, Laura sigue persiguiendo su pasión: trabaja como voluntaria marcando ballenas en el Santuario Marino Nacional de Stellwagen Bank, estudiando los movimientos submarinos de las ballenas con marcas de ventosa no invasivas.
Para saber más de Laura, consulte su entrevista con Boston.com sobre las numerosas oportunidades de avistamiento de ballenas en Massachusetts.
¿Cómo describiría un día típico en su puesto?
En alta mar, cada día es diferente. Puedes sorprenderte con un nuevo comportamiento de las ballenas que no habías visto antes, exponerte a una gran variedad de condiciones meteorológicas en alta mar (desde borrascas de nieve hasta calurosas y soleadas brumas) y conocer a nuevos huéspedes a los que educar. Mi trabajo como naturalista requiere un equilibrio entre la atención al cliente, la educación en el micrófono, la toma de fotos de ballenas y la gestión de nuestros becarios mientras recogen datos. También operamos hasta cuatro barcos de avistamiento de ballenas al día, por lo que mi multitarea continúa para asegurarme de que todos los viajes cuentan con un naturalista.
Si quisiera que nuestros huéspedes se llevaran una cosa de su experiencia, ¿qué sería?
Las personas están conectadas con el océano independientemente del lugar del mundo donde vivan, y sus acciones pueden repercutir directamente en la salud del océano y su fauna.
¿Qué es lo que más le gusta de la ciudad en la que trabaja?
El hecho de tener el Santuario Marino Nacional de Stellwagen Bank a la vuelta de la esquina es increíble. Tenemos algunas de las especies más fascinantes del océano a sólo un paseo en barco.
¿Qué experiencia increíble le ha aportado este trabajo?
Tengo la gran suerte de contar con una plantilla de naturalistas maravillosos que adoran lo que hacen; eso me inspira a ser un mejor gestor y me entusiasma venir a trabajar cada día. Su energía es contagiosa: nuestros visitantes siempre comentan sus conocimientos y su entusiasmo por lo que hacen.
Cuando los visitantes acuden a su ciudad, ¿cuál es el lugar que más le gusta y que es "visita obligada"?
Recomiendo encarecidamente el Museo Isabella Stewart Gardner. ¡Ese museo es toda una obra de arte! Y como amante de la naturaleza, el Museo de Historia Natural de Harvard es una visita obligada. Me encantan los esqueletos de ballena que incluyen barbas en la boca (¡la mayoría de las articulaciones de los esqueletos de ballena no incluyen eso!).